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martes, 7 de abril de 2015

Es hora de levantar la voz en Ecuador.


Ecuador está secuestrado por tres fuerzas demasiado fuertes y es donde se librará una batalla por la lucha del poder en el mundo.
1)      Por un lado la Reserva Federal quien es de propiedad de la elite mundial liderada por los Rothschild e Illuminati. Goldman Sachs es de los mayores accionistas dueños de la Reserva Federal y de Chevron/Texaco. Ecuador tiene enormes recursos de oro y Chevron/Texaco dejó destruida su Amazonia. Por ende los N.M. Rothschild de Londres, Rothschild Bank de Berlin, Warburg Bank de Hamburg, Warburg Bank de Amsterdam, Lehman Brothers de New York, Lazard Brothers de Paris, Kuhn Loeb Bank de New York, Israel Moses Seif Bank de Italy, Goldman Sachs de New York y JP Morgan Chase Bank of New York. Son quienes controlan el mundo.

2)      La segunda fuerza es la enorme deuda a China debido a que Correa ha hipotecado la riqueza de la nación.

3)      La tercera fuerza es el socialismo XXI lo cual es la culminación del proyecto “Camelot y Condor” iniciado por la CIA en los 60”s como método de crear un socialismo a la Americana para destruir naciones, el propósito era construir la infraestructura necesaria para explotar un país por medio de enormes prestamos que deben pagar los ecuatorianos, dicha deuda servirá para clamar que el país es insolvente y querrán embargar sus riquezas. Tal como ahora se pretende en Venezuela, para luego reemplazar al caballo de Troya imperante con un nuevo títere que prometerá regresar a una nueva supuesta democracia y su meta será la privatización, con el claro objetivo de vender por centavos de dólar todo lo que los ecuatorianos han pagado miles de millones.

Thomas Hobbes fue un escritor inglés quien escribió Leviathan, entre otros escritos. En su propuesta versión del “contrato social” creía que el “mandatario” disfrutaba total control sobre sus ejércitos, las leyes y aun sobre las escrituras sagradas. El ciudadano común para Hobbes no era más que un “pobre, infeliz, bruto y pequeño” el creía que aun el peor déspota es mejor a que no haya ningún gobierno. Claramente Correa se adhiere a la idea de Hobbes.

Me atrevo a sugerir que ha llegado el momento que los ciudadanos ecuatorianos debemos seguir el consejo de John Locke, pues fue quien dijo que “Ya que el gobierno existe por el consentimiento de gobernar y no por derecho divino o de un rey, sus ciudadanos tienen el derecho de retirar su consentimiento si un gobierno falla en sus deberes de proteger sus derechos.”

Correa ha fallado en comprender los principios más básicos de la economía. Adam Smith en su obra 
“La riqueza de las naciones” dijo que “La riqueza de una nación viene del labor de su gente no del oro ni de sus tierras. Es el suministro y la demanda la que regula los precios de los bienes. Correa ha creado una enorme burocracia para mantener soporte a su agenda, mientras ha lanzado un ataque brutal contra toda otra forma de empresa privada, todo comercio, contra las exportaciones, ha incrementado las importaciones, ha cedido contratos multibillonarios a las multinacionales, ha incrementado impuestos, aranceles, regulaciones, sistemas de controles, ha gastado y mal gastado sobrepagado por obras que en otros países cuestan 50% de lo que se paga en Ecuador, a tal extremo que ocho kilómetros de vía al nuevo aeropuerto se pagó sobre 198 millones de dólares.

Correa quien clama ser socialista en realidad es un mercantilista ya que pretende que su gobierno sea un sistema elaborado con regulaciones, aranceles, impuestos, controles monetarios y bancarios. Nuevamente Adam Smith nos iluminó en ese sentido cuando dijo que “No hay sociedad que pueda florecer cuando la mayor parte de su gente es pobre y miserable.” Porque las rutas, los puentes y las enormes plantas de energía tienen un solo propósito y esta es la explotación de los recursos y riqueza de la nación. Correa debe entregar eso a la oligarquía mundial o será reemplazado por un nuevo títere que lo haga bajo el pretexto de la privatización.

Ecuador está hiendo lentamente pero muy seguramente a un mandato de terror. Las presiones internas están hirviendo bajo la olla de presión que se ha impuesto con impuestos, regulaciones y aun con el poder judicial secuestrado de justicia, tal es así que cualquier acto inmoral y de corrupción es tapado, mientras los ciudadanos del país son acusados, humillados y ultrajados por expresar su derecho constitucional de oponerse a la corrupción imperante. Al mismo tiempo que las presiones económicas por la caída del petróleo y el inminente colapso del dólar, los enormes prestamos obtenidos a altas tasas de intereses que pronto empezarán a vencerse y que Correa deja de herencia al próximo mandatario, para que no tenga ninguna forma de poder salvar la economía del país. Correa está destruyendo todo vestigio de la nación.

Acaso que como líder de la supuesta revolución ciudadana se puede clamar el gran revolucionario. Pero por sus acciones no sería nada extraño que empiece a arrestar y hasta ejecutar a quienes demandamos reformas justas y simplemente respeto a la ley, respeto a la constitución, a los derecho humanos y una vida pacífica porque amamos a nuestras familias y queremos lo mejor para ellos. Al ver el desastre que muy claramente se puede deslumbrar en el horizonte no podemos seguir cruzados de manos y callados. Por eso debemos demandar que este gobierno actué de inmediato al menos en tres cosas importantes:

1.       Crear la moneda de oro ecuatoriana para salvar la economía de Ecuador.
2.       Respeto total a la constitución, los derechos humanos y una prensa libre.
3.       Restaurar la autonomía de las Cortes de justicia y de los poderes del estado.

¿Dónde está la igualdad de los ciudadanos?
¿Dónde está la justicia cuando los jueces fueron escogidos a gusto del presidente?
¿Dónde está el estado de Derecho?

Esta nación está siendo conducida por un déspota, tirano que utiliza sabatinas radiales y televisadas para denigrar, insultar, humillar a cuantos ciudadanos él quiera destruir con nombres y apellidos para detener la oposición a su mandato. El derecho democrático es la libre expresión y es una violación de la constitución el utilizar el poder para el despotismo. Solo un demente puede hacer eso. Su sed de poder es insaciable, su apetito por controlar las vidas de su pueblo es descontrolado, sus celos contra quien tenga algo de dinero es enfermizo, su orgullo paranoico contra quien difiera en la más mínima manera a sus palabras es peligroso, su derecho auto otorgado de insultar y denigrar a quien él se le ocurra rebaja a la presidencia del Ecuador, su envidia contra el verdadero intelecto es palpable, su manera tan falsa y mezquina con todo el país que puso la confianza en este hombre es enervante, su doble standard moral y ético en cada acto que realiza es notorio. Estamos ante un claro y grave peligro en el Ecuador.

Cuando Correa ganó las elecciones su gobierno prometió curar todos los males de esta nación. La promesa de liderar con transparencia y contra la corrupción para poder brindar y satisfacer todas las necesidades de la vida de sus ciudadanos ha sido reemplazada por los actos de corrupción más grandes en su historia. Correa prometió que Ecuador tendría la mejor educación. Empleos para todos y progreso. Pero la Utopía no se ha dado.

Hoy debería empezar la verdadera revolución. Una revolución de auténticos patriotas y no solamente de cartelones y pancartas. Ya no hay dinero para derrochar en una inventada revolución ciudadana comprada con bonos de cincuenta dólares mensuales y millones comprando propaganda política. Una revolución que no se quedará callada antes las injusticias, la corrupción, el malgasto que está destruyendo la nación. No debemos quedarnos callados ante tanto abuso. No al despotismo, ante la violación de leyes y de la constitución. Es cuando los ciudadanos deben organizarse para recobrar la confianza y la fe en nuestros compatriotas y nuestra nación. No podemos seguir viviendo con el miedo que la sirvienta y el peón nos denuncien y el gobierno nos venga a matar. Debemos rescatar nuestro país y debemos hacerlo con nuestra voz, con nuestro nombre en alto, debemos hablar, gritar y cantar a los cuatro vientos que esta es nuestra patria y nadie nos van a arrebatar sea socialista, comunista o sea un caballo de Troya vestido de socialista. Usaremos la paz como nuestra arma, pero con todo el derecho debemos protestar las acciones equivocas de este gobierno.

Es hora de recobrar nuestra capacidad de pensar, esto no es socialismo, ni es capitalismo, este es un experimento más, que empezó como el Proyecto Camelot y luego Condor en 1960. Este es otro juego sucio de la elite mundial. Qué clase de socialista da contrato tras contrato a las multinacionales; Qué clase de economista hace préstamos enormes hipotecando la riqueza del país para entregarle en cómodas cuotas mensuales; Qué clase de economista entrega la mitad de las reservas de oro de Ecuador el día que más bajo estuvo en los últimos veinte años; y hace todo lo opuesto que trae desarrollo a una nación. 

Nuestra sociedad ecuatoriana está siendo entrenada para vivir de mentiras y falsedades, de falsas promesas donde el criminal y el traficante de drogas pueden vivir impunemente si solo roban lo que se le antojó al presidente que no constituye crimen. Solo un déspota puede clamar que no es crimen si les roban menos de $600 dólares a los ciudadanos. Solo un hijo de traficante puede clamar que no es crimen si tiene droga en ciertas cantidades. Es hora de corregir este sistema y si los asambleítas se quedan callados no están representando sus intereses. No podemos seguir liderados por un hombre carente de ética, moral y con tantos traumas psicológicos. No vamos a lograr mejorar nuestra sociedad cuando el robo, el crimen, la corrupción, el mercado negro, el tráfico de drogas, las coimas, los asesinatos y desaparecidos en el Ecuador se vuelve la norma del día.


A este paso el nepotismo, la corrupción, el desastre, la depresión económica y la inflación serán el legado de este gobierno. Correa ha olvidado hasta los principios socialistas que clama saberlos. Engels dijo que el propósito de que exista “el estado es diseñado para servir los intereses de la sociedad”. Es más Engels en la propia tumba de Karl Marx y habiendo sido quien mantuvo en realidad a Marx y su familia dijo estas palabras. “Marx aprendió mucho de la evolución humana…los humanos deben ante todo alimentar, dar de beber, proveer vivienda y ropa a los suyos y así mismos, antes de poner atención a política, las ciencias, arte, religión.” Quizás en el caso de Correa deberíamos agregar que “un mandatario debería preocuparse de su gente, antes de denigrarles, insultarles y humillarles en sus sabatinas.” Pues eso ni es presidencial, ni digno. Quizás lo único que debo decir para concluir, a pesar de que se bien que es un error decirlo. “Correa ha cometido todos los errores y ya no hay más errores por cometer” Muy seguramente hará mucho más para probarme equivocado. 

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