El ataque
de Donald Trump a la ciudadanía por nacimiento: ignorancia, racismo y
violaciones constitucionales
Por Germánico Vaca
Donald
Trump ha demostrado repetidamente ignorancia y, lamentablemente, una
disposición a exhibir ideas racistas y estúpidas. Su propuesta de revocar la
ciudadanía por nacimiento a los hijos de inmigrantes indocumentados es una
clara violación de la Constitución de los Estados Unidos y debería ser motivo
de destitución si se atreve a violar la constitución. Esta propuesta ignora el “principio de legalidad”, a menudo
resumido como “no hay castigo sin ley”. Este principio afirma que nadie puede
ser castigado por un acto que no era ilegal cuando se cometió. Aún más
fundamental, nadie debe ser castigado por el mero hecho de haber nacido y por
disfrutar legítimamente de las protecciones garantizadas por la Constitución.
La 14.ª
Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos protege a cualquier persona
nacida en suelo estadounidense, lo que hace que cualquier orden ejecutiva que
revoque esta protección sea motivo de juicio político. El presidente no tiene
autoridad para emitir decretos que contravengan las protecciones
constitucionales. Además, incluso si se emitiera un decreto de ese tipo, no
sería ejecutable debido al principio universal de que el castigo requiere una
ley preexistente. Nadie puede ser castigado retroactivamente por actos que no
fueron delitos en su momento. Las declaraciones de Trump revelan su ignorancia
e incapacidad para razonar, lo que lo coloca en una situación vergonzosa a
nivel mundial.
La
ciudadanía estadounidense por derecho de nacimiento se puede adquirir de dos
maneras: por haber nacido en territorio estadounidense o por tener al menos un
padre que fuera ciudadano estadounidense en el momento del nacimiento. Revocar
la ciudadanía por derecho de nacimiento no solo violaría la Constitución, sino
que también podría provocar protestas masivas y agitación económica, afectando
a todos los ciudadanos nacidos de residentes no permanentes. La ciudadanía por
derecho de nacimiento contrasta con la ciudadanía adquirida por otros medios,
como la naturalización, y es esencial para los marcos legales y sociales de
Estados Unidos.
Un principio jurídico fundamental en este caso es el "principio de legalidad", que establece que nadie puede ser castigado sin una ley que defina claramente el acto como un delito. Esto significa que ningún gobierno, incluido el presidente, puede penalizar a nadie por acciones que no fueron delictivas en el momento en que ocurrieron. Nacer en los Estados Unidos no es un delito, como tampoco lo es nacer bajo la protección de la Constitución. Penalizar a alguien simplemente por existir no solo sería inconstitucional, sino también una grave violación de los derechos humanos y las normas legales. Cualquier orden ejecutiva que intente revocar la ciudadanía por nacimiento sería nula y sin valor en virtud de este principio fundamental.
1 comentario:
El Presidente Trump puede enviar al Congreso, que los nacidos en EU de inmigrantes ilegales no sean ciudadanos estadounidenses, a menos que uno de los padres sea ciudadano estadounidense o residente legalizado. Con el problema actual de la inmigración ilegal, es necesario cambiar leyes de 200 años
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