"La
palabra secreto" es repugnante en una sociedad libre y abierta; y como
pueblo nos oponemos históricamente a sociedades secretas, a juramentos secretos
y procedimientos secretos. Hace mucho tiempo se decidió que es peligroso ocultar
de manera excesiva e injustificada los hechos pertinentes que sobrepasan los
peligros que se citan para justificarlo. Incluso hoy, existe poco valor en
oponerse a la amenaza de una sociedad cerrada que impone restricciones
arbitrarias. Incluso hoy en día, hay poco valor en asegurar la supervivencia de
nuestra nación si nuestras tradiciones no sobreviven con ella. Y hay peligro
muy grave cuando se anuncia la necesidad de incrementar la seguridad por parte
de quienes se agarran de pretextos, ansiosos de ampliar el significado a los
límites de la censura oficial y el ocultamiento. Lo cual no lo voy a permitir
en la medida en que está en mi control. Y no debe haber oficial de este
Gobierno, sea cual sea su rango; alto o bajo, civil o militar, quienes pretendan
interpretar mis palabras como una excusa para censurar las noticias, para
sofocar la disidencia, para encubrir nuestros errores o para retener a la
prensa y el público de aquellos hechos que merecen saber."
"Porque
estamos en contra de un mundo de una conspiración monolítica despiadada que se
basa en el secreto para ampliar su esfera de influencia—quienes utilizan la
infiltración en lugar de invasión, en subversión en lugar de elecciones, en
intimidación en lugar de libre elección, en las guerrillas por la noche y en su
lugar ejércitos de día. Es un sistema que ha reclutado vastos recursos humanos
y materiales en la construcción de una máquina bien calibrada, altamente eficaz
que combina la inteligencia militar, diplomática, las operaciones económicas,
científicas y políticas. "
Ningún
presidente debe temer el escrutinio público de su programa. Porque es gracias a
ese escrutinio que viene la comprensión; y desde ese entendimiento viene tanto
el apoyo u oposición. Y ambos son necesarios. No estoy pidiendo que los
periódicos apoyen la administración, pero estoy pidiendo su ayuda en la
tremenda tarea de informar y alertar al mundo. Tengo plena confianza en la
respuesta y la dedicación de nuestros ciudadanos siempre que estén totalmente
informados. No sólo no se puede acallar la controversia entre sus lectores, doy
la bienvenida. Esta administración pretende ser sincera acerca de sus errores; como
un hombre sabio dijo una vez: "un error no es un error hasta que te niegas
a corregirlo." Tenemos la intención de aceptar toda la responsabilidad por
nuestros errores; y esperamos que nos apunten cuando estemos errados. Sin
debate, sin crítica, ninguna administración y ningún país pueden tener éxito, y
ninguna República puede sobrevivir. Por esta razón el legislador de Atenas
Solón decretó como un crimen que cualquier ciudadano evite la controversia. Y
es por eso que nuestra prensa tiene la protección dela primera enmienda--la
única empresa en América específicamente protegido por la Constitución--no
principalmente para divertir y entretener, no para acentuar lo trivial y lo
sentimental, no simplemente "dar al público lo que quiere"--pero para
informar, despertar, reflejar, nuestros peligros y nuestras oportunidades, para
indicar nuestras crisis y nuestras opciones, para llevar, molde de educar y a
veces con ira la opinión pública. Esto significa una mayor cobertura y análisis
de noticias internacionales—porque ya no está demasiado lejos los extranjeros y
están a mano los locales. Significa una mayor atención a mejorar la comprensión
de las noticias, así como mejorar la transmisión. Y significa, finalmente, que,
en todos los niveles de gobierno, deben cumplir con su obligación de
proporcionar la máxima información posible fuera de los límites más estrechos de
la seguridad nacional... "Por qué es la prensa—quien graba los
acontecimientos humanos, y es el guardián de su conciencia, el Mensajero que
con sus noticias—nos brinda la fuerza y ayuda, y se asegura que el hombre se
mantenga fiel a la razón por la cual nació: libre e independiente."
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