Un error
estratégico prevenible:
Por Germánico Vaca
Cómo la política actual de Estados Unidos hacia
Venezuela pone en riesgo a Ecuador, acelera a los BRICS y debilita a Estados
Unidos**
Introducción
Estados Unidos y Ecuador se encuentran hoy en una
encrucijada peligrosa. Lo que se presenta públicamente como un alineamiento
comercial y de seguridad “pragmático” corre el riesgo de convertirse en un
error estratégico de largo alcance, con consecuencias profundas para la
soberanía ecuatoriana, la estabilidad regional y la influencia global de
Estados Unidos.
Este no es un texto ideológico ni
antiestadounidense. Todo lo contrario: parte de la convicción de que tanto
Estados Unidos como Ecuador pierden si las políticas actuales continúan sin
corrección, cuando existen alternativas claras que permitirían fortalecer la
estabilidad hemisférica, preservar la paz y sostener el liderazgo
estadounidense.
El riesgo central es sencillo y contundente:
la presión económica coercitiva y el alineamiento militarizado contra
Venezuela están acelerando la consolidación de los BRICS como la alternativa
preferida para Sudamérica, al mismo tiempo que exponen a Ecuador a riesgos
desproporcionados y de largo plazo.
Este resultado no es inevitable. Pero se está
volviendo cada vez más probable.
1. Venezuela
ya no es un asunto regional
Durante décadas, la política de Estados Unidos
hacia Venezuela se basó en la suposición de que se podía ejercer presión de
forma aislada. Esa suposición hoy es obsoleta.
Venezuela es actualmente:
- Un país profundamente integrado a redes
chinas de energía, infraestructura y financiamiento
- Un socio estratégico de Rusia en
coordinación energética y de seguridad
- Un candidato —formal o informal— a una
integración dentro de los BRICS
- Un territorio clave en términos de energía
y minerales estratégicos, relevantes para cadenas industriales
avanzadas
Cualquier intento de desestabilizar o
reconfigurar forzosamente a Venezuela ya no puede limitarse al ámbito
regional. Involucra automáticamente a China, Rusia y, cada vez más, al
llamado Sur Global.
Esto no es ideología: es realidad multipolar.
2. La
exposición desproporcionada de Ecuador
Ecuador está siendo posicionado —intencionalmente
o no— como un estado de primera línea de alineamiento, sin recibir
beneficios ni protecciones equivalentes.
El marco propuesto de comercio y seguridad:
- Abre ampliamente el mercado ecuatoriano a
exportaciones estadounidenses industriales, agrícolas, digitales y de
servicios
- Obliga a Ecuador a desmontar aranceles,
barreras regulatorias y herramientas de política pública
- Ofrece a Ecuador únicamente alivios
arancelarios limitados y condicionados, aplicables solo a productos
que Estados Unidos no produce o no necesita en volumen
- No contiene compromisos vinculantes de
acceso al mercado estadounidense, desarrollo industrial ni transferencia
tecnológica
En términos prácticos, Ecuador asume:
- Exposición de
su mercado interno
- Cesión
regulatoria
- Riesgo
geopolítico
Mientras recibe:
- Lenguaje
aspiracional
- Promesas no
vinculantes de cooperación
- Ninguna garantía real de inversión o
protección
Esto no es comercio recíproco. Es alineamiento
asimétrico.
3. La base de
Manta: una señal de alerta estratégica
Debe plantearse una pregunta con total claridad:
¿Por qué se busca ahora
involucrar a Ecuador mediante una mayor cooperación militar —específicamente a
través de la base de Manta— cuando Estados Unidos ya mantiene nueve
instalaciones militares en Colombia?
Igualmente relevante:
- ¿Por qué esas instalaciones no fueron
utilizadas de manera efectiva durante años para apoyar a Ecuador frente al
narcotráfico?
- ¿Por qué la “urgencia” militar aparece justo
ahora, coincidiendo con el aumento de la presión sobre Venezuela?
Desde una perspectiva estratégica, el uso de
territorio ecuatoriano introduce riesgos de atribución y exposición
indirecta, no seguridad.
Si el conflicto escala, Ecuador enfrentará
consecuencias que Estados Unidos no enfrentará:
- Retaliaciones
económicas
- Exclusión
comercial
- Aislamiento
diplomático
- Retiro de
inversiones
- Potenciales sanciones desde economías
alineadas con los BRICS
Esto es una asimetría clásica en la
competencia entre grandes potencias.
4. Los BRICS
no son una amenaza, pero sí una alternativa
La política estadounidense parece asumir que la
presión disuade la alineación con los BRICS. En la práctica, ocurre lo contrario.
Cada acción coercitiva:
- Empuja a los países sudamericanos a
diversificar monedas
- Incentiva el comercio fuera del dólar
- Acelera
infraestructuras financieras paralelas
- Normaliza a los BRICS como una opción
defensiva, no ideológica
Los países no se acercan a los BRICS por
hostilidad hacia Estados Unidos, sino para reducir su vulnerabilidad.
Venezuela, Brasil, posiblemente Argentina y, bajo
suficiente presión, incluso Colombia, están actuando de forma racional ante los
riesgos percibidos.
5. Colombia y
el factor Petro
La posición del presidente colombiano Gustavo
Petro es particularmente reveladora.
A pesar de albergar una extensa infraestructura
militar estadounidense, Petro ha mostrado reticencia a permitir que el
territorio colombiano sea utilizado para una escalada contra Venezuela.
Esto no responde a simpatías ideológicas, sino a gestión
de riesgos.
Petro comprende que:
- Colombia
asumiría represalias
- La estabilidad interna se vería comprometida
- La soberanía a largo plazo se erosionaría
Si la presión aumenta, Colombia misma podría
buscar estrategias de cobertura, incluyendo un mayor acercamiento a
esquemas asociados a los BRICS, no como alineación contra Estados Unidos, sino
como seguro estratégico.
6. Una
oportunidad perdida: desarrollo en lugar de coerción
La verdadera tragedia de este momento no es la
falta de opciones por parte de Estados Unidos, sino su negativa a utilizarlas.
Una auténtica estrategia de desarrollo
interamericano, centrada en:
- Infraestructura continental (por ejemplo, un
corredor ferroviario y logístico de norte a sur)
- Integración
industrial
- Interconexión
energética
- Financiamiento a largo plazo mediante bonos
- Prosperidad compartida en lugar de
extracción
Generaría:
- Interdependencia
real
- Demanda sostenida del dólar basada en
crecimiento económico
- Alineamiento
político estable
- Menores incentivos para alternativas como
los BRICS
La guerra, la presión y la asimetría producen
exactamente lo contrario.
7. Ecuador en
la encrucijada
La dirigencia ecuatoriana debe comprender esto
con absoluta claridad:
- Alineamiento sin capacidad de negociación no
es asociación
- Exposición sin protección no es seguridad
- Apertura de mercado sin política industrial
no es desarrollo
Ecuador corre el riesgo de convertirse en:
- Plataforma de
operación
- Estado colchón
- Chivo
expiatorio
- Víctima
económica colateral
Nada de eso beneficia ni a Ecuador ni a Estados
Unidos.
Conclusión:
aún se puede evitar
Este texto no es una condena, sino una
advertencia.
Estados Unidos no está perdiendo influencia por
debilidad, sino porque está eligiendo la coerción donde la cooperación sería
más efectiva.
Ecuador no está ganando oportunidades, sino
arriesgando su soberanía al confundir alineamiento con seguridad.
Una guerra en torno a Venezuela no contendría a
los BRICS.
Completaría su consolidación.
Un camino más inteligente todavía existe, pero
requiere reconocer que la realidad multipolar no puede imponerse por la
fuerza.
La historia no juzga intenciones.
Juzga resultados.

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