Democracia
es diálogo.
Es
imposible que exista justicia y libertad en un sistema socialista porque el
sistema pretende funcionar como un acto de revolución, nadie se pregunta contra
qué. Una revolución implica un enemigo y si se
busca enemigos entonces se está partiendo de una lucha entre clases sociales de
sus ciudadanos. Pero eso va en contra del concepto mismo de gobierno
representativo del pueblo. Pues todos los ciudadanos son el pueblo. El momento
que se descalifica a alguien como OPOSITOR se está dividiendo a la nación entre
clases sociales que el socialismo pretende defender. Toma solamente que el
líder o líderes socialistas tilden a alguien como el enemigo para que las
masas, o los miembros del partido se respalden en la supuesta revolución
ciudadana. Usando como pretexto para cometer cualquier acto, que muy
convenientemente, será elevado como necesario en defensa de la revolución
ciudadana, convirtiéndose en un círculo vicioso absurdo. Lejos de servir a la
sociedad se convierte en mecanismo de represión, contra quienes se opongan al
concepto, convirtiéndose por su acto de conciencia en enemigos de la ideología.
El
socialismo parte entonces como un sistema que divide, resquebraja, siembra
violencia y odio entre los miembros de la sociedad. Eso es exactamente lo que
hizo Rafael Correa por más de una década. Ahora Lenin Moreno habla de diálogo,
pero eso es lo que la democracia siempre pretende, que todas las partes de la ciudad
sean participes del mandato soberano.
Rafael
Correa ha tachado de mediocre al gobierno de Moreno porque él sabe que el
sistema socialista tiene que hacer prevalecer la represión contra los miembros
de la sociedad que no estén de acuerdo con los principios y preceptos de los
líderes socialistas porque de lo contrario se está renunciando al socialismo.
Así el
socialismo empieza a apuntar el dedo como enemigos del país y la nación a todo
aquel que se oponga a los intereses de Alianza País. Lamentablemente, esos
intereses no siempre son los mejores para el país. No son los intereses del
pueblo, son los intereses que los líderes socialistas deciden, en el caso de
Ecuador siempre fueron los intereses de Rafael Correa. El socialismo siempre se
convierte en la representación de lo que el partido socialista quiere. Peor aún
ni siquiera eso, pues por la naturaleza predicada en el partido socialista es
lo que el dictador quiere. China en la era de Mao Tse Tung y Corea del Norte en
la actualidad sirven de ejemplo perfecto de lo absurdo del socialismo. Ecuador
es evidencia de esa verdad.
Una vez
se demuestra que para poder mantener la represión el pueblo se necesita mantenerlos
en la ignorancia, para lo cual el único foco de información es el gobierno o
los entes informativos que manipula el gobierno socialista. Por ende, Alianza
País controla 80% de toda la prensa de Ecuador.
La
miseria a la que por orden ejecutiva y gubernamental tiene que someter a
quienes son tachados como “enemigos del sistema” crean las condiciones para una
constante lucha entre clases ciudadanas. Aunque una de las partes, no escogió
ser parte de esa pugna. Fue la revolución ciudadana que los escogió por su
status económico, su ideología o cualquier otro factor que el socialismo lo
considere apropiado. En su lucha por erradicar y eliminar la oposición, los
socialistas generalmente recurren al asesinato, soborno, persecución política, eliminación,
sicariato y aprisionamiento de todo miembro de la sociedad que se oponga a sus
mandatos. El socialismo en ese instante elimina el valor de la cultura, el
intelecto, la capacidad del individuo. Los que mandan son los del partido, el
único requisito es ser lacayo. El besoculismo se convierte en la norma para
subir de cargo. Súbitamente los socialistas se vuelven super dotados y
capacitados a ser presidentes de Asamblea con título de bachiller; simples licenciados
se turnan como ministros de alto rango y de varias carteras. Todo error y pérdida
de miles de millones se convierten en errores de buena fe y son premiados con puestos
de asambleístas. Las decisiones son tomadas por la burocracia, en la mejor
instancia, o el líder totalitario del socialismo.
Eventualmente
los abusos, la corrupción y el tratamiento preferencial de los secuaces de los
líderes del socialismo desembocan en una sublevación de la ciudadanía que
finalmente buscará eliminar el gobierno socialista. No importa cuánto pretendan
ser un sistema de defensa del pueblo no pasa de ser un experimento de control
social y que la condición humana no acepta vivir en un sistema que por su
naturaleza maneja la injusticia, venganza, represión, violencia y lucha entre
los miembros de la sociedad que pretende proteger. Se puede decir
categóricamente que el único resultado de cualquier revolución ciudadana es su
eventual destrucción. El resultado es décadas de paralización económica para
las naciones que la practican. Si bien el ejercicio mental y la revolución
ciudadana que proponen Marx, Engels, Lenin, Che Guevara, Castro, Chávez y
Correa están supuestos a aliviar los males de la sociedad. La herencia es clara
y los resultados que han generado dichos gobiernos de todos estos líderes han
resultado siempre en el empobrecimiento, retraso y estancamiento económico.
Stalin ya lo había dicho “El socialismo es el mejor método de manipular las
masas de ignorantes.” No cabe duda que si usted es una persona pensante no
puede considerarse socialista. Pero Ecuador sigue en el experimento y no
importa cuánto se predique el “diálogo” el sistema socialista no lo permite.
1 comentario:
Puede aclara donde de donde saco esa cita de Stalin? Porque las masas ignorantes elegirian algo bueno o malo si es que siguen siendo ignorantes?
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