A lo largo de la historia de la humanidad existe
un tema en común. La lucha por la libertad humana.
No importa que tan grande haya sido el
imperio, o que terrible haya sido el tirano. Al final el humano jamás se ha
rendido o renunciado a cuatro libertades humanas esenciales.
La primera es la libertad de palabra y de
expresión. Es el derecho inalienable e irrenunciable de poder expresar nuestras
ideas, nuestra opinión y la expresión clara de amor a la patria, la familia y
la libertad. Es el derecho concedido por Dios mismo cuando nos dio libre
albedrio. Pobre aquel que pretenda quitar este derecho.
La segunda es la libertad de cada persona
para adorar a Dios a su manera. Es ese dialogo espiritual entre Dios y cada
humano. No existe derecho en la tierra que pueda prohibir el espíritu humano como
núcleo de su alma y su unión a Dios en su mente y corazón.
La tercera es la libertad económica. Es la expresión
de lo que cada humano decide hacer con su vida. Es el acto consiente de ser
ingeniero, doctor, arquitecto, abogado, comerciante o político. Cada humano
decide lo que quiere y desea hacer. Cuando el humano hace lo que le apasiona
entonces triunfa, disfruta y vive feliz. Pero quien destruya la habilidad
humana de poder ganarse la vida honradamente y crea un sistema insostenible que
resultará en el eventual caos de la sociedad debe temer lo que viene.
La cuarta es la libertad de vivir sin miedo.
No hay mayor barrera ante el humano que el miedo. No hay miedo que temer que el
miedo al miedo mismo. Cuando nos imponemos las barreras del miedo somos
incapaces de actuar, de realizar cosas, de perseguir nuestra propia identidad y
el miedo se vuelve el impedimento a luchar por nuestros ideales.
Es precisamente ese miedo que el poder de las
sombras nos quiere imponer con el Nuevo Orden Mundial. Es la tiranía que los
dictadores tratan de crear con reglamentos y un enorme aparato de control para
doblegar al pueblo, aprovechándose de manipulación a las ignorantes masas y las
tontas muchedumbres. Pero la evidencia demuestra que cuando se rompe ese miedo,
todo tirano cae abrumado ante la voz de la libertad.
Pero son precisamente esos derechos
inalienables de las libertades humanas que reclaman a nuestra moral, a nuestro
sentido de justicia, a nuestro amor por los hijos que pone el destino en las
manos y las cabezas y los corazones de sus millones de hombres y mujeres
libres; y es esa fe inquebrantable en la libertad, bajo la guía de Dios. La
libertad significa la supremacía de los derechos humanos en todas partes y en
toda su expresión.
Por eso nuestro apoyo va para aquellos que
luchan por ganar esos derechos o conservarlos. Nuestra fuerza es nuestra unidad
de propósito. Para quienes amamos la libertad la defenderemos porque no cabe en
nuestro lenguaje ser serviles a los intereses de aquellos tiranos que utilizando
su posición de poder violan la constitución, al extremo de llamar a “marchas en
contra de quienes oponen su mandato”
Hoy solicito a la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos, a la Casa Blanca y a los gobiernos de todo Latinoamérica que observen
con mucha cautela lo que está pasando en Ecuador. El Instituto de Seguridad Social de la nación
aparentemente compró alrededor de $10,725 millones de dólares de bonos (Deuda
del estado de Ecuador) como inversión. Dicha inversión es nada menos que las
contribuciones de los trabajadores del Ecuador. La misma que bajo una nueva ley
laboral emitida por una asamblea manufacturada por el socialismo XXI pretende
desconocer, declarándola inexistente. Es un robo descarado de las aportaciones
de todo trabajador y por la cual justamente han llamado a una marcha el primero
de mayo. Peor todavía cuando el gobierno de Ecuador está pagando sus responsabilidades
con bonos (deuda del estado) y el IESS está pagando retiros a sus jubilados con
Bonos (deuda del estado) En plena violación de la constitución.
Ante esa injusticia y atroz violación de los
derechos humanos de todo jubilado y la misma ley suprema de la nación, los
jubilados y otras instituciones y organizaciones han llamado a una marcha pacífica
en ejercicio de sus derechos humanos de libre expresión. Pero Rafael Correa Delgado en violación del Artículo
81 de la constitución ha llamado y hasta obligado a que sus seguidores organicen
marchas de oposición. Tácitamente incitando a la violencia, al enfrentamiento entre
ciudadanos. Si existe perdidas de vida esta debe ser responsabilizada en Rafael
Correa. No puede existir un gobierno democrático que siga violando sistemáticamente
todo vestigio de una sociedad libre y justa. Rafael Correa decretó nulo el
poder legislativo y destruyó el Congreso, luego desconoció la Corte Suprema de
justicia, para luego armar su manufacturada asamblea con enorme mayoría de
seguidores. La Justicia de Ecuador ha sido secuestrada con jueces que siguen el
mandato de su presidente y no las leyes escritas. Miles de millones en
propaganda mediática y millones más en
propaganda internacional pretendiendo vender un supuesto milagro ecuatoriano cuando
no es más que un Socialismo depravado que nació como el Proyecto camelot que se
está convirtiendo en un peligro para la paz del hemisferio. Solicito a los
organismos competentes que tomen las medidas necesarias para prevenir lo que
puede ser claramente el inicio de una ola de violencia y de inestabilidad a la
democracia. Ha habido demasiados muertos de quienes han querido sacar las
enormes injusticias y corrupción imperante en este gobierno mientras los
organismos internacionales se han mantenido impávidos ante tantas serias
violaciones de la democracia y los derechos humanos. No puede prevalecer la
paz, la dignidad y la justicia cuando dichos organismos no hacen nada para
justificar su existencia.
De Ud. atentamente.
Germanico Patricio Vaca
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