El absurdo de la política arancelaria de Trump:
castigar a los estadounidenses, no a las naciones extranjeras.
Por Germánico Vaca
La decisión de Donald Trump de imponer un arancel
del 25% a los productos colombianos, bajo el pretexto de "castigar" a
Colombia por no aceptar a las personas deportadas, es un ejemplo clásico de una
política equivocada. Permítanme explicárselo:
1. ¿Quién paga realmente los aranceles?
Al contrario de la retórica de Trump, los
aranceles no los pagan las naciones extranjeras, sino los importadores
estadounidenses y, en última instancia, se trasladan a los consumidores
estadounidenses.
• Cuando aumentan los aranceles a los productos
colombianos, aumenta el costo de esos productos para las empresas y los hogares
estadounidenses no afecta a Colombia como Trump pretende.
• Los estadounidenses comunes y corrientes ahora
pagarán más por los productos colombianos, desde el café hasta los textiles, no
pgará Colombia.
2. Los aranceles dañan a los estadounidenses más
que a Colombia
La política de Trump no "castiga" a
Colombia; Castiga a los estadounidenses:
• Aumenta los precios al consumidor: el aumento
de los costos de los bienes importados afecta directamente a las familias
estadounidenses, especialmente a los hogares de bajos ingresos que gastan un
mayor porcentaje de sus ingresos en artículos esenciales. Peor cuando Colombia
es el principal proveedor de recursos a los USA desde Sur América.
• Perjudica a las empresas estadounidenses: las
empresas que dependen de las importaciones colombianas enfrentarán costos más
altos, lo que podría llevar a despidos, menores ganancias o incluso cierres.
3. Una herida autoinfligida
Si el objetivo es presionar a Colombia, esta
estrategia no tiene sentido. Colombia es un socio comercial importante y el
aumento de los aranceles solo socava la relación económica de los EE. UU. con
el país. Mientras tanto, Colombia puede explorar oportunidades comerciales con
otras naciones, incluidas China y la Unión Europea, aislando aún más a los EE.
UU.
4. ¿Es esto ignorancia o daño deliberado?
El enfoque de Trump plantea serias preguntas
sobre su comprensión de la economía básica:
• Ignorancia: ¿Realmente cree que los aranceles
los pagan los gobiernos extranjeros? Si es así, no entiende fundamentalmente
cómo funciona el comercio internacional. • Daño deliberado: ¿Se trata de una
maniobra política intencional, sabiendo perfectamente que los estadounidenses
sufrirán las consecuencias, pero contando con su falta de comprensión para
culpar a alguien más?
5. Estados Unidos merece algo mejor
No se trata solo de Colombia, sino de las
implicaciones más amplias de políticas imprudentes. La economía estadounidense
prospera gracias al comercio y las asociaciones globales. Políticas como esta:
• Dañan la credibilidad estadounidense: las
decisiones erráticas hacen que sea más difícil para otras naciones confiar en
Estados Unidos como un socio comercial confiable.
• Perjudican a los ciudadanos estadounidenses:
desde los agricultores hasta los propietarios de pequeñas empresas, los costos
de los aranceles mal orientados se propagan por toda la economía.
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Un llamado a un liderazgo racional
Los estadounidenses merecen líderes que
comprendan los conceptos básicos de economía y elaboren políticas que prioricen
el bienestar de la nación, no solo posturas políticas de corto plazo. En lugar
de aranceles punitivos, un enfoque más constructivo se centraría en la
diplomacia, el respeto mutuo y las soluciones que aborden las causas
fundamentales, como mejorar las condiciones en América Latina para reducir las
presiones migratorias.
Es hora de preguntar: ¿Quién está pagando
realmente el precio de estas políticas? Porque, en este momento, no es
Colombia, sino los estadounidenses comunes y corrientes. Mañana espero que Ding
Dong, Lady G y Robin Johnson vayan a explicarle al tipo de la Oficina Oval qué
son los aranceles.
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