Lawfare
por Germánico Vaca
Fue precisamente Correa quien
utilizó lawfare como sistema de abusar y manipular las judicaturas, las leyes y
el sistema judicial ecuatoriano para lograr silenciar toda oposición a su tiranía
y razón misma que escogió una mujer bachiller de 28 años como entonces tenía Gabriela
Rivadeneira y la elevó a gobernadora por capricho suyo, En apenas dos años la
nombraría Presidenta de la Asamblea. Nadie se atrevía a cuestionar, porque
hacerlo era enfrentarse juicios por parte de Correa y con fallos a favor de
Correa porque jueces, fiscales, y judicatura completa estaban controlados por
su partido y todo el sistema estaba siendo utilizado en su sed de cumplir fines
estratégicos políticos.
Ahora Rivadeneira pretende manipular
las leyes internacionales y nacionales de derechos humanos para liberarse de
culpa en su intento fallido de lograr sus nefastos propósitos de haber
intentado un golpe de estado. Pero conjuntamente con Correa también pretenden
manipular a la prensa internacional con el mismo libreto de Assange, para crear
el escándalo y clamarse perseguidos políticos.
Si la prensa internacional y
nacional, si el estado mexicano y los organismos de derechos humanos se dejan manipular,
lo que lograrán es deslegitimar el derecho de un estado a defenderse de actos
criminales y terroristas perpetrados por seres diabólicos como Rafael Correa y
Gabriela Rivadeneira.
El mundo entero ha presenciado
la destrucción de Quito, el incendio provocado al edificio de la contraloría, el
secuestro de el edificio de la Asamblea y destrucción y secuestro de edificios
de gobierno, prefecturas, municipios en todo el país. Todo por la sed de
eliminar evidencia contra el ex tirano líder de Alianza país Rafael Correa
delgado. La manipulación a los indígenas por parte de líderes indígenas aliados
a Correa, quienes forzaron con amenazas y multas a miles de sus hermanos indígenas
a marchar por 13 días sin haberse bañado y muchos durmiendo a la intemperie. Hubo
secuestros de policías y miembros del ejército y destrucción de motos de patrulleros,
tanquetas antimotines. Hubo asaltos a casa particulares y a vehículos de
ciudadanos. Y ahora pretenden clamar que las acciones legitimas del gobierno en
seguimiento fiel de las leyes por precautelar la seguridad de la nación y de
sus ciudadanos sea tachado como “represión”, cuando al mundo entero le es
evidente que el gobierno de Moreno mantuvo la utilización de la fuerza a lo más
mínimo. Pero son los golpistas quienes ahora claman abuso de la ley y del
sistema judicial para socavar los principios mismos que defienden: el estado de
derecho, la santidad de la vida humana inocente y el derecho a trabajar y ganar
subsistencia que esta sarta de terroristas impidieron a toda una nación.
La ley y la aplicación de la
misma no puede ser entregada a terroristas para que la conviertan en un menú a
su gusto y disgusto. Las leyes son mecanismos de protección del ciudadano y que
debe ser aplicada sin merced en apego absoluto a lo que sea expresado
claramente en ellas. El código 366 y 367
son demasiado claros y no están prestos a definiciones por parte de los
terroristas como Gabriela Rivadeneira para que tengan un significado real.
De lo contrario, corremos el
riesgo de ser mandados por terroristas y criminales quienes se han vuelto
expertos en manipular las leyes y sin embargo ser quienes claman que lawfare se
les ha aplicado a ellos. La sociedad no puede alimentar el egocentrismo de
criminales como Correa y Rivadeneira. La nación ecuatoriana tiene que sentar un
precedente claro que la patria, su seguridad, sus ciudadanos y el respeto a la
vida y las instituciones de una nación legítimamente constituida protege a
todos por igual.
Correa y Rivadeneira pretenden
crear un ambiente donde la gente no tenga la capacidad de distinguir entre cuál
es la aplicación correcta de la ley, por un lado, y qué es la ley, por el otro.
Pero la esencia del problema aquí, es que el gobierno de Moreno hizo “una
propuesta de ley que envió a la Asamblea para aprobación” y ni siquiera llegó
al debate, para cuando la nación fue expuesta a un tsunami de terrorismo sin
nombre, que como una apestosa neblina socialista y corrupta fue regándose por
el país causando el caos y destrucción con el único propósito de derrocar al
gobierno y hacer regresar a Correa. Rafael Correa fue capturado celebrando y
hasta se pronunció que estaba listo para regresar. Este acto golpista fue utilizado
como pretexto para causar todo tipo de vejámenes a la nación aludiendo y
clamando que era en defensa del “pueblo”. En la realidad fue Correa,
Rivadeneira, sindicatos de transportistas, agrupaciones indígenas repletos de
infiltrados terroristas de las FARC y de migrantes venezolanos quienes se
apoderaron del “pueblo” para conducir un intento golpista que atentaba contra
el gobierno democrático legalmente constituido.
La democracia y la republica del
Ecuador tienen los mecanismos y las leyes para hacer respetar la libertad de
expresión y el respeto a lo que constituye una batalla legal legítima
constructiva, pero Rivadeneira está clamando algo tan absurdo que llega a ser una
perversión contraproducente de la ley, y que no puede ser permitido como precedente
en la nación.
No existe forma que ninguna ley
pueda ser aplicada en el Ecuador, ni en ninguna parte del mundo si las
embajadas de naciones se vuelven cómplices de dar asilo a los terroristas. Si
la prensa internacional y nacional se convierten en sus cómplices al dar crédito
a sus clamores de ser victimas cuando sus acciones han creado tanta
destrucción, muerte y saqueo. Peor si las diferentes organizaciones de defensa
de derechos humanos permiten ser manipulados.
La sociedad misma no puede conferirles
derechos que no deben ser concedidos en contra de lo que establece la ley. Bajo
el código del COIP articulo 366 y 367 está muy clara la delineación de los crímenes
cometidos por Rafael Correa, Virgilio Hernández, Gabriela Rivadeneira, Jarrín y
su esposa Soledad Buendía, Paula Pabón, Jaime Vargas y otros. Nadie debe entorpecer
la aplicación de la ley.
El Ecuador ha vivido diez años
de corrupción, peculado, sobornos, chantajes, asesinatos y luego la saga de
investigaciones para descubrir el enorme entramado de telarañas de corrupción
de Correa y todos quienes estuvieron persiguiendo, lo que llamaron la
Revolución Ciudadana, que ahora todo ecuatoriano sabe que fue la Robo lución de
los perversos ciudadanos. Poder encarcelarlos ha probado ser la tarea más difícil,
porque los tentáculos de su corrupción han sido regados como un virus
contagioso de ébola que desangra al Ecuador por más de dos años.
Es momento que la prensa
internacional, los organismos de derechos humanos y las cortes de justicia se
apeguen al respeto democrático, a los principios universales, a los valores
morales y permitan que el debido proceso de una nación se cumpla para poder rescatar
los cimientos de una nueva democracia libre de tanta corrupción.
No es simple clamar que un
gobierno heredado del correísmo sea capaz de lograr ese cometido, pero no
existe alternativa y Lenin Moreno debe ser reconocido mundialmente como un hombre
que, a pesar de estar físicamente impedido de caminar, se ha puesto sobre sus
hombres destruir la quimera del correísmo.
La prensa, la embajada de México,
las naciones Unidas, la OEA, los organismos de derechos humanos no deberían
pronunciarse en favor de Correa, Rivadeneira y todos quienes pretendieron
doblegar a la nación ecuatoriana. Deberían
dejar que la ley se cumpla porque es demasiado obvio que lejos de ayudar a
erradicar la corrupción, todos han logrado crear un sistema mundial de
disonancia cognitiva.
Hoy el mundo es fácilmente manipulado
a creer las demandas y pronunciamientos de los terroristas como Rivadeneira,
quienes pretenden evitar acciones legales a pesar de la evidencia, mientras el
mundo pudo ver que fueron sus acciones las que causaron muerte, destrucción y
ahondaron la crisis económica. Pero como si fuera poco pretende manipular a
todos para conseguir lo que fracasó. Porque nadie puede negar que tanto el objetivo
como la intención de Correa y todos sus cómplices era regresar al poder.
Ahora son ellos quienes van a
clamar que cuando la Fiscalía de Ecuador ejecute la ley es puramente motivados
por fines políticos. ¿Pero entonces como pretenden pagar por los crímenes
cometidos? Porque nadie en el mundo me podrá negar que todos los 17 millones de
ecuatorianos merecen que haya justicia y el ciudadano común demanda que Correa y
sus cómplices paguen por su fallido intento de golpe de estado.
Las acciones legales son para
buscar justicia, aplicar la ley en interés de la libertad y la democracia, el
no permitir que una nación cumpla con sus leyes es socavar el sistema de justicia
y el sistema democrático, es permitir la violación de las leyes y permitir la
impunidad, es permitir a los criminales y terroristas manipular al mundo y
entonces todo mundo debe tener miedo, porque entonces todo está perdido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario