Los constantes fraudes en las elecciones, la conspiración de la asamblea para un golpe de estado fallido en el intento de remover a Guillermo Lasso con un juicio político sin la más minúscula evidencia. Los levantamientos en las cárceles y los vínculos criminales de carteles criminales con el ex mandatario ecuatoriano han puesto al Ecuador al borde de ser un estado fallido. Desde las sombras todo está siendo incitado por el ex presidente Rafael Correa. Y si bien todo eso es rumores, lo que es innegable es que Ecuador vive el momento más sombrío en uno de los capítulos más oscuros de la historia de la nación. Sin embargo, las acciones de los lacayos de Correa quienes tienen millones en glosas o han sido acusados de haber cometido actos de peculado, prevaricato, obstrucción a la justicia, y el propio papel y respuesta de Correa no sorprenden a muchos, particularmente a aquellos que han estado estudiando la aptitud mental del presidente y la psicología de sus seguidores más ardientes desde que asumió el cargo. Y es que Correa se cree el dueño del Ecuador, el único capaz de solucionar los problemas del país, a pesar que es el culpable de todo lo que el hizo.
La
Declaración de Ginebra exige que los médicos hablen en contra de gobiernos destructivos
y más que nunca se necesita un análisis psicológico, una evaluación psicológica
del ex presidente Correa en el contexto de sus partidarios y del país en
general. Y es que se hace difícil entender que a pesar de haber pasado ocho años
desde que Correa abandonó el poder y se ha expuesto una enorme cantidad de
evidencia de su terrible manejo de la economía, sobrepagos, sobre precios,
corrupción, fraudes y robo del patrimonio del Ecuador, muchísima gente sigue
siendo sus seguidores, al punto que el correísmo ganó varias elecciones provinciales.
Tratemos de responder lo que muchos ecuatorianos se preguntan.
¿Qué sigue atrayendo a la gente a Correa?
Las razones
son múltiples y variadas, pero las masas siempre parecen seguir dos impulsos
emocionales principales: la simbiosis narcisista y la psicosis compartida. La
simbiosis narcisista se refiere a que Rafael Correa tuvo ocho años de sabatinas
para adoctrinar a la gente como que él era el hombre que curaba las heridas del
país, de los pobres, de la falta de desarrollo. A pesar que en vez de hacer
algo por la gente se gastaba $300,00 por sabatina y despilfarro mal gasto en
todo proyecto y tanto Correa como todos sus cómplices estaban enriqueciéndose ilícitamente.
Pero las mentiras por ocho años hicieron
que exista una relación de líder-seguidor y sea magnéticamente atractiva. Por
un lado, el líder, narcisista y sociopático, que no puede vivir sin la adulación
de la gente para compensar su falta interna de autoestima, proyecta una
grandiosa omnipotencia, mientras que los seguidores, necesitados por el estrés
social o el daño del desarrollo, anhelan una figura paterna. Cuando esta gente
como Jorge Glas recién graduado con tesis plagiada fue puesto al mando del
desarrollo del país, y gente como Andrés Arauz, Gabriela Rivadeneira, Marcela
Aguiñaga que de ser nadie ocuparon altísimos cargos. Estos son individuos
heridos que, al ocupar puestos de poder, despiertan una patología similar en la
población que crea una relación de “cerradura y llave”. Ellos así ahora se
creen ser quienes “van a rescatar la patria” por eso la constante propaganda de
“nunca olvidar” “vamos a recuperar la esperanza”.
La
“psicosis compartida”, que también se denomina “locura para millones” cuando
ocurre a nivel nacional o “delirios inducidos”, como ocurre con cualquier
culto, se refiere a la infecciosidad de los síntomas graves que va más allá de
la psicología de grupo ordinaria. Cuando se coloca a un individuo muy
sintomático en una posición influyente, los síntomas de la persona pueden
propagarse entre la población a través de vínculos emocionales, intensificando
las patologías existentes e induciendo delirios, paranoia y propensión a la
violencia, incluso en individuos previamente sanos. El tratamiento es la
eliminación de la exposición.
¿Por qué el
mismo Correa parece gravitar hacia la violencia y la destrucción?
No se puede
calificar de ninguna otra manera que de enfermedad psicopática cuando un
individuo hace las siguientes cosas y sin embargo ha convencido a muchos en su
patria que era lo correcto haber hecho aunque se sobrepasa de absurdo:
1) Entregar 1348 millones de barriles
de petróleo perdiendo $20 por barril y sobre $5,000 millones de perdida para su
nación.
2) Entregar el oro y plata del país por
3% de regalías, cuando el Ecuador paga 12% por cada dólar, perdiendo instantáneamente
9% y ni siquiera puede cubrir la inflación, Tácitamente entregando todo el oro
y plata del Ecuador gratuitamente.
3) Construir carreteras a un costo de
$21 millones de dólares por kilómetro cuando en Estados Unidos estaban
construyendo por $2 millones por millas (cada milla tiene 1,8 kilómetros).
Así podría
seguir citando una enorme lista de serios actos criminales y absurdos de Correa
que son precisamente lo que hipotecó tanto la riqueza de la nación y crearon la
terrible situación económica para la nación suramericana. Despues de todo me gaste muchisimo tiempo investigando y no estimados compatriotas no fue Villevicencio quien descubrió muchas cosas, yo las denuncié primero. Aquí algunos ejemplos:
Pero al mismo tiempo es parte de la psicopatía
de Correa. La destructividad es una característica central de la patología
mental, ya sea dirigida hacia uno mismo o hacia los demás. En primer lugar,
deseo aclarar que las personas con enfermedades mentales no son, como grupo,
más peligrosas que las personas sin enfermedades mentales. Sin embargo, cuando
la patología mental va acompañada de una mentalidad criminal, la combinación
puede hacer que las personas sean mucho más peligrosas que cualquiera de las
dos por separado.
Correa
muchas veces parece una mujer al borde de un ataque de nervios, sus gestos, sus
palabras, sus acciones son violencia contenida. Se debe enfatizar la naturaleza
simbólica de la violencia y cómo es un impulso de vida que sale mal. En
resumen, si no se puede tener amor, se recurre al respeto. Y cuando el respeto
no está disponible, uno recurre al miedo. Correa vive ahora una intolerable
pérdida de respeto y el rechazo de muchos
en Ecuador que han despertado de ese letargo impuesto por la propaganda
constante que repartía Correa en sus sabatinas. La violencia ayuda a compensar
los sentimientos de impotencia, insuficiencia y falta de productividad real.
¿Crees que
Correa realmente está exhibiendo un comportamiento delirante o psicótico? ¿O
simplemente se está comportando como un autócrata haciendo un intento descarado
de aferrarse a su poder?
Yo creo que
es ambos. Es ciertamente de disposición autocrática porque su extremo
narcisismo no permite la igualdad con otros seres humanos, como exige la
democracia. Correa hasta se atrevió a decir que como presidente era el quien tenía
el derecho a controlar todos los otros poderes del estado. Los psiquiatras
generalmente evalúan los delirios a través de un examen personal, pero existe
otra evidencia de su probabilidad. En primer lugar, los delirios son más
contagiosos que las mentiras estratégicas, y es que Correa por eso empezó
atacando a los pelucones, aunque detrás de las escenas eran sus socios y tenían
privilegios para operar con impunidad en el comercio internacional, controlando
medicinas, hospitales, sectores productivos, prensa, etc. por lo que vemos, por
su gran difusión, es indudable que Correa realmente piensa y está convencido
que él es el único capaz de ser el mandatario de Ecuador. En segundo lugar, su
fragilidad emocional, al ser bisexual y sociopático que se manifiesta en una
intolerancia extrema a las realidades que no se ajustan a su visión anhelante
del mundo, lo predisponen a espirales psicóticas. En tercer lugar, su registro
público incluye numerosas horas de entrevistas e interacciones con otras
personas, como cuando tuvo su programa el Telesur, un fracaso completo porque
siempre quería exponer su punto de vista y ni siquiera llegaba a ser una
entrevista a sus invitados.
¿De dónde
viene el odio que muestran algunos de sus seguidores? ¿Y qué podemos hacer para
promover la curación?
Correa dejó
un país endeudado por el despilfarro, derroche y mala administración, Ecuador
estaba plagado de corruptos que operaban con coimas a los contratistas del
estado. Prácticamente 50% de la obra era para repartirse entre los secuaces de
Correa. Pero eso es algo que sus
seguidores rehúsan creer. No importa cuanta evidencia se presente, ellos los
defienden. Son víctimas del daño psicológico importante que surge de la
privación socioeconómica relativa, no absoluta. Sí, hay gran herida, ira y
energía redirigible para el odio, que Correa aprovechó y avivó para su
manipulación y uso. Los lazos emocionales que ha creado facilitan la psicosis
compartida a gran escala. Es una consecuencia natural de las condiciones que
hemos establecido. Para la curación, recomiendo tres pasos:
(1)
Eliminación del agente agresor (la persona influyente con síntomas graves). Se
debe declararle terrorista contra la nación.
(2)
Desmantelar los sistemas de control del pensamiento, comunes en la publicidad
pero ahora también muy adoptados por la política.
(3)
arreglar las condiciones socioeconómicas que dan lugar a una mala salud mental
colectiva en primer lugar.
¿Qué
pronostica para el futuro?
Debemos
considerar a Correa y sus seguidores como un ecosistema. Correa es el creador y
quien alimenta ese ecosistema. Por lo tanto, requerimos una intervención activa
para evitar que logre seguir controlando el destino del Ecuador. No podemos
permitir que siga controlando la política y la desastrosa economía. Y es que
Correa es el culpable de cantidad de resultados destructivos para la nación, ya
que tácitamente es Rafael Correa quien dejo establecimiento una presidencia en
la sombra. Pues muchas instituciones y por medio de su partido han seguido
obedeciendo sus mandatos. La situación económica, la crisis carcelaria, la desastrosa
asamblea, los repartos de la asamblea, la crisis de jueces, la inseguridad, y
la ola de criminalidad, son siguiendo el mandato de Rafael Correa y para ello Guillermo
Lasso debe declararlo terrorista.
¿Qué crees
que pasará con sus seguidores?
Si se maneja
la situación apropiadamente, habrá mucha desilusión y trauma. Y esto está bien:
son reacciones saludables a una situación anormal. Debemos brindar apoyo
emocional para la curación, y esto incluye el apoyo social, como fuentes de
pertenencia y dignidad. Los miembros de la secta y las víctimas de abuso a
menudo están vinculados emocionalmente a la relación, incapaces de ver el daño
que se les está haciendo. La evidencia es clara que a pesar de que toda la
calamidad que vive el país es por la manipulación de Rafael Correa y de sus
operativos, lacayos y criminales, sus seguidores quieren que vuelva a ser el
presidente que les guie. Después de un tiempo, la magnitud del engaño conspira
con sus propias protecciones psicológicas contra el dolor y la decepción. Esto
hace que eviten ver la verdad. Y la situación con los cinéfilos de Correa es
muy parecida. El peligro es que aparezca otra figura patológica y los seduzca
con una “solución” falsa que en realidad es un aprovechamiento de esta
resistencia. Y eso es lo que está sucediendo precisamente con Fernando
Villavicencio. Quien ha demostrado que lo único que le importa es una lucha contra Correa. Ecuador necesita serias soluciones a su economía, a su industria, comercio internacional, competitividad, infraestructura, educación y por sobre todo crear soluciones inmediatas para evitar la catástrofe que va a crear el efecto climático del niño. Cuando le preguntan como va a salucionar la economía, o como va a mejorar la economía, Villevicencio siempre es incapaz de responder con algo coherente y siempre solo habla de su batalla, combate, guerra contra Correa, eso no es la solución. Un ejemplo aquií mi plan para Imbabura
¿Cómo
podemos evitar futuros intentos de insurrección o actos de violencia?
La
violencia es el producto final de un largo proceso en la sociedad, por lo que
la prevención es clave. La violencia estructural por la desigualdad en la
sociedad ecuatoriana, es el mayor estimulante y más potente de la violencia
conductual. Pero es imposible reducir la desigualdad ante la actual crisis económica
que es lo que aprovechara Rafael Correa para incitar a la violencia si gana
Villavicencio. Mientras Villavicencio ya se ha declarado como el único que
puede extirpar a Correa de sus seguidores. Eso no va a suceder, al menos que
Villavicencio tenga respuestas claras en todas sus formas —económica, racial y
de género— solo eso ayudará a prevenir la violencia. Para que la prevención sea
efectiva el conocimiento y la comprensión profunda no se pueden pasar por alto,
por lo que podemos anticipar lo que se avecina, al igual que la pandemia. El
silenciamiento de los profesionales de la salud mental durante la era de Correa,
principalmente a través de una distorsión políticamente impulsada de una
directriz ética, fue catastrófico, en mi opinión, en la incapacidad de la
nación para comprender, predecir y prevenir los peligros que dejó de herencia
la presidencia de Correa.
¿Tiene
algún consejo para las personas que no apoyan a Correa?
Ecuador
está ante una encrucijada. Por un lado la relación entre Correa y sus
partidarios es abusiva, como señale proféticamente en mi libro Conspiración en Latinoamérica
en el año 2007, Correa era un caballo de Troya al servicio de la elite mundial
que promueven el falso socialismo para crear infraestructura y beneficio de las
multinacionales, eso sucedió Chevron ganó millones por las acciones de Correa,
miles de millones ganaron Sinopec, Odebrecht, Schlumberg y todas las empresas
que hicieron contratos con Correa a tremendos sobreprecios y jamás tuvieron
repercusiones algunas. Mientras el beneficio para el Ecuador fue quedar
endeudado en $60,000 millones con un sistema burocrático hambriento y dispuesto
a comerse hasta las entrañas de la patria. Cuando la mente es secuestrada en
beneficio del abusador, ya no se trata de presentar hechos o apelar a la
lógica. No importó que haya sido el mismo Rafael Correa que escogió a dedo a Lenin
Moreno, un hombre no solamente incapacitado físicamente pero mentalmente. Pero nadie
apuntó el dedo a Correa, muchos simplemente le acusaron de traicionero a Lenin
Moreno, como que, si de alguna manera Lenin Moreno estaba supuesto a obedecer
los mandatos de Rafael Correa y el instante que dejo de obedecer, eso de alguna
manera lo hacía culpable ante los ojos de los seguidores de Correa, cuando todo
lo contrario, Lenin Moreno en pleno ejercicio de la democracia defendió los
intereses del Ecuador. Era absurdo, ridículo y por demás estúpido de quien diga
que Lenin Moreno era traicionero al no obedecer al sociopático Rafael Correa. Y
más allá de sus limitaciones condujo el país semi responsablemente.
Por tanto,
es necesario acabar con esa presidencia de la sombra. Se debe acabar con ese
poder de Correa y al terminar con esa influencia será sanador en sí mismo.
Pero, primero, no confrontar las creencias [de sus partidarios], porque solo
despertará resistencia. En segundo lugar, la persuasión no debe ser el
objetivo, sino el cambio de la circunstancia que condujo a sus creencias
erróneas. Verdaderas soluciones económicas. En tercer lugar, uno debe mantener
su propio porte y salud mental, porque las personas que albergan narrativas
delirantes tienden a arrasar con la realidad en su intento de negar que su
propia narrativa es falsa. En cuanto a los mini-Correas, es importante, sobre
todo, establecer límites firmes, crear leyes que permitan recuperar lo robado, limitar el contacto o incluso abandonar la
relación, si es posible. Por todo lo dicho me temo que el camino que está tomando
el país solo terminará en una guerra civil. Y el que ganará es Rafael Correa.
Porque si Villavicencio gana, apenas tendrá un año de gobierno real antes de nuevas elecciones y la nación estará harta de tanta confrontación. Por eso insisto que la solución por ahora es
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